Campamento de Invierno: Cajón de Abrantes
Este campamento fue marcado por la ley Scout que dice " El Scout cuida las cosa por que valora el trabajo". Esto debido a que cada Scout debió trabajar durante el primer semestre para así poder pagar parte de la cuota de campamento con su propio esfuerzo.
También durante este invierno se instauro el día de grupo, el cual consistió de una actividad con gente de todas las secciones, donde hubo espacio para conversar y conocerse.
Después de esto se dividió el grupo para cocinar un almuerzo común y para la construcción en conjunto de una capilla para el grupo. Sirvió mucho para unir al grupo.
En términos de clima fue una campamento duro, sobretodo el día olímpico en que no paro de llover en todo el día, pero generalmente se resistió muy bien.
“Lo pasé muy bien, me divertí con mi seisena y manada, también hice la Promesa. Lo que más me gustó fue el juego ‘Rambo’; fue divertido pasar por el barro e ir pasando etapas con un compañero. Nos cansamos pero lo pasamos ‘filete’” (Ignacio Lacámara 5°D).
“Me gustó, porque estuvimos juntos y compartimos haciéndole una despedida a mi compañero de curso, Domingo Ríos (se iba a EE.UU.), además de los juegos y la cocina. Tuvimos que ‘aperrar’ mucho con la lluvia. Una de las cosas que más me gustó fue cocinar, porque aprendimos a hacer carne con salsa y tallarines y nos quedó rico” (Beltrán Johnson 6°D).
“Fue mi primer campamento de pionero, me marcó mucho ya que en esta sección uno está todo el día al servicio del grupo y además, fue un campamento para todas las secciones pero se pudo sacar adelante. El día de grupo fue una actividad nueva, en la que se pudo conocer mucho más al grupo, juntándose gente de todas las secciones” (Benjamín Subiabre II°D).